Y eran caras, ilusiones.
Al oeste de las Islas Sándwichse vendieron.
Como jamón del medio, me
dio a probar.
Ella... La cara de ropero.
- Espero veneno, dije.
- No, no, no… Cómelo.
Gaviotas y osos volaban
repuestos.
Días infelices de ocio y
avestruz.
Y me dije, por última vez:
¡Carísimas…!
Las ilusiones.
ChicoMalo
27-08-2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario